El inversor, por su parte, puede hacer dos cosas
con el título: esperar a su vencimiento y cobrar el montante invertido y los
intereses, o revender el título, en cuyo caso su ganancia dependerá del
precio obtenido que a su vez depende del tiempo transcurrido (intereses
devengados hasta la fecha) y el tipo de interés de mercado (precio al que se
emiten en ese momento los nuevos títulos).
A su vez, y dependiendo de su plazo, los títulos de deuda pública pueden
ser:
Letras a corto plazo (duración de un año o menor). Estos títulos no
explicitan una tasa de interés sino que el comprador obtiene un rendimiento
comprando un título por un precio inferior al precio de rendición o
vencimiento (descuento).
Bono a medio plazo, con duración mayor de entre uno y cinco años y con tipos
de interés explícitos.
Obligaciones a largo plazo, con duración mayor de cinco años y con tipos de
interés explícitos.
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